En estos dos capítulos de Marshall B. Rosenberg encontramos dos procesos complementarios de la Comunicación No Violenta (CNV):

Cómo liberarnos nosotros y asesorar a los demás

Expresar agradecimiento mediante la CNV

Ambos comparten el objetivo de transformar nuestras relaciones tanto con nosotros mismos como con los demás a través de la conciencia de nuestras necesidades y la claridad de las peticiones. En el primer proceso, aprendemos a reconocer y desactivar las voces internas cargadas de juicios, para recuperar la energía y la libertad de actuar desde lo que realmente deseamos. En el segundo, descubrimos cómo dar las gracias de manera más profunda, expresando no solo un cumplido, sino también la necesidad satisfecha y la emoción positiva que surgió en nosotros. Juntos, estos capítulos trazan un camino hacia relaciones más honestas, empáticas y satisfactorias.

Cómo liberarnos nosotros y asesorar a los demás

Cómo liberarnos de nuestra vieja programación

Nuestros valores y creencias se han forjado a lo largo de generaciones por las figuras de poder quienes nos han transmitido lecciones que muchas veces limitan nuestra capacidad de ser auténticos.

Identificar patrones arraigados: Muchas voces internas cobran autoridad porque parecen "sentido común". Tenemos que prestar atención para poder detectarlas.

Reconocer el origen cultural: A menudo heredamos un lenguaje y una forma de pensar diseñados para mantener a las masas dóciles, sin que seamos conscientes de ello.

Energía y atención: Este trabajo requiere empoderamiento personal: dedicar tiempo y esfuerzo a observar nuestros juicios y reemplazarlos por pensamientos que nos sirvan.

La resolución de los conflictos internos

La depresión y la ansiedad surgen cuando nuestro diálogo interno nos desconecta de lo que realmente necesitamos. Ernest Becker llamó a esto "alternativas cognitivamente detenidas": repetimos juicios que nos paralizan.

  • El diálogo autocrítico: Frases como “Debería estar haciendo algo útil” o “No puedes con esto” nos aíslan de nuestras necesidades.

  • La "píldora de CNV": Transformar cada juicio en: "Cuando A, yo me siento B, porque necesito C. Por lo tanto, me gustaría D."

La puesta en practica de este proceso libera energía emocional, reduce la crítica interna y nos provee de acciones concretas para satisfacer nuestras necesidades.

El cuidado y la preocupación por nuestro mundo interior

Siempre que nos enredamos en pensamientos llenos de crítica, culpabilización o rabia, tenemos dificultades para crear un ambiente sano en nuestro interior. La CNV nos enseña a preguntar: “¿Qué necesito ahora mismo?”

Al practicar la misma empatía que ofreceríamos a un amigo, podemos calmar el estrés y mejorar nuestro bienestar.

Sustituyamos el diagnóstico por la CNV

Los profesionales que trabajan en psicoterapia y otras relaciones de ayuda también pueden usar la CNV para establecer vínculos recíprocos y auténticos con las personas que los consultan

Relación "yo-tú" auténtica: No se trata solo de comprensión intelectual, sino de empatía genuina.

Preguntas transformadoras: ¿Qué siente esta persona?, ¿Qué necesita?, ¿Cómo me siento yo respecto a esto y qué necesito?, ¿Qué acción o decisión me gustaría sugerir?

 

Expresar agradecimiento mediante la CNV

La intención existente detrás del agradecimiento

Los cumplidos habituales (“Tu trabajo es muy bueno”, “Eres muy sensible”) funcionan como juicios positivos y pueden ocultar un deseo de influir o manipular. En ellos podemos identificar que usados como manipulación al principio pueden funcionar y luego decaen o bien que se evidencia esta intencionalidad como un engaño.

El verdadero agradecimiento debe nacer del deseo de celebrar la contribución del otro, sin esperar nada a cambio.

Los tres componentes del agradecimiento

La CNV distingue tres partes esenciales:

  1. La acción concreta que contribuyó a nuestro bienestar.
  2. La necesidad satisfecha por esa acción.
  3. El sentimiento positivo resultante.

Decir “gracias” en la CNV: “Esto es lo que hiciste; esto es lo que siento; ésta es mi necesidad que fue satisfecha.”

Poner en palabras estos tres componentes hace que el agradecimiento sea claro, profundo y transformador.

La recepción de las expresiones de agradecimiento

Mucha gente se siente incómoda al recibir elogios genuinos, muchas veces nos preguntamos si en verdad hicimos algo tan valioso o si cual será la exigencia a la que nos va a someter esa expectativa, sin embargo, la CNV sugiere recibir con empatía, escuchando qué hicimos bien, cómo se sintió el otro y qué necesidad fue satisfecha, para integrar el reconocimiento sin caer en la falsa modestia.

El elogio puede llevar a dos extremos: la egolatría y la falsa modestia, debemos estar atentos y evitar caer en esas conductas.

El hambre de elogios

Aunque a veces nos incomode, todos necesitamos reconocimiento. La CNV nos alienta a reconocer y celebrar lo que funciona, ser capaces de crear con ello un clima positivo y fortalecer la autoestima entendiendo lo importante que es para la mayoría de las personas que sus esfuerzos sean reconocidos.

Superar la renuencia a expresar agradecimiento

La mayoría de las personas no practica el agradecimiento suponiendo que los demás (con quienes se relacionan) saben lo importantes que son y cual es su impacto en los demás y que las palabras que podemos darles son insuficientes.

La CNV hace hincapié en poder hacer del agradecimiento una práctica diaria, tanto al darlo como al recibirlo, y ver como esa acción enriquece nuestras conexiones y nos recuerda la humanidad compartida.

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