Recuerdo una vez que me encontré desarrollando una historia de usuario que requería cambiar un método que había hecho hace mucho tiempo atrás. Inmediatamente antes de arrancar noté que algo me hacía ruido, no me gustaba, no me convencía. Me di cuenta que tardé más de lo que me hubiese gustado en entender qué hacia realmente ese método. Inmediatamente pensé "mmm... ¡creo que esto amerita un refactor!".
Es probable que te haya pasado algo similar en algún momento y que, como yo, te parezca que el código parece ser muy complejo para cambiar y no sabés por dónde empezar. En este post te voy a dar cinco consejos para que puedas hacerlo.