Podemos pensar que preguntar es una habilidad que tenemos desde que nacemos, motivada por la más inocente curiosidad. Para un desarrollador de software esta es una de las cosas importantes a tener en cuenta. Es más, me animo a decir que es esencial.

En esta serie de posts vamos a aprender ciertas características y tips para ser más efectivos y eficientes a la hora de hacer preguntas. Vamos a aprender sobre preguntas poderosas.

Hace un tiempo, en una de las reuniones de Scrum Masters que realizamos en el equipo, uno de nosotros destacó qué fue lo que más le gustó de una entrevista que tuvo con un perfil semi-senior. No fue la cantidad de conocimiento técnico que tenía, o si sabía conceptualmente cómo aplicarlos. Fue que hizo las preguntas correctas para poder encontrar la necesidad real y, de esa manera, ofrecer una solución acorde al problema planteado.

Preguntar, desde nuestro perfil, es clave. Y no sólo para analizar un requerimiento técnico, sino también como parte de la interacción humana que tenemos como personas que trabajamos en equipos de propiedad intelectual.

¿Qué es preguntar?

Preguntar: (lat. PERCONTARI) “buscar en el fondo del mar"

En otras palabras, preguntar consiste en generar duda sobre la observación de un objeto en análisis con el fin de profundizar sobre el mismo y obtener un nuevo punto de vista.

Quizá pensás que preguntar siempre es consecuencia de “no escuchar” lo que el otro está diciendo. Pero en realidad, las preguntas poderosas no van por ahí. Las preguntas poderosas requieren que escuchemos, requieren que estemos presentes.

Cuando preguntamos poderosamente no preguntamos a lo que no escuchamos, preguntamos a lo que no se ha dicho.

Preguntar es explorar. Preguntar es cuestionar. Preguntar es iluminar lo que todavía está oculto.

La "pregunta" es una linterna que busca ir profundo
e iluminar un aspecto hasta antes desconocido u oculto.

 

Creencias al preguntar

Entonces, ¿por qué es algo que muchas veces pensamos que nos cuesta? ¿por qué podríamos llegar a pensar que no sabemos preguntar? Todo esto son creencias. Una creencia es un principio de acción, una afirmación que tomamos como cierta y condiciona nuestra manera de actuar. Cuando ese actuar nos “perjudica” llamamos a estas creencias limitantes. Cuando este pensamiento que tomamos como cierto nos acerca a lo que queremos, las llamamos creencias habilitantes.

Quizá, muchas veces no preguntes por tener creencias como...

"No sé preguntar."
"Si pregunto mucho se van a enojar."
"Preguntar mucho es ser invasivo y molesto."
"Menos averiguo qué le pasa, mejor."
"Si pregunto van a pensar que no estoy escuchando."

Quizá te resulte más habilitante que creas …

"Puedo aprender a preguntar."
“Preguntar es ayudar al otro a iluminar lo desconocido."
"Pregunto hasta donde el otro me lo permita."
"Preguntar es iluminar y acompañar el proceso."
"Preguntar requiere escuchar y ser curioso."

Para realizar preguntas poderosas nos va a convenir empezar a adoptar creencias habilitantes y animarnos a probar, lanzarnos al fondo del mar y empezar a bucear con nuestra linterna.

En los próximos posts vamos a aprender algunas técnicas para convertirte en un buceador experto. ¡Te invito a que me acompañes en este proceso!

* Imagenes de Arek Socha y David Mark en Pixabay.

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