Por definición, un equipo es un grupo de personas trabajando en pos de un objetivo común. La gran pregunta sería: "¿cuál es ese objetivo?"
Más allá del proyecto que lleva adelante, un equipo puede tener metas como “mejorar los diseños que realizamos”, “aprender las últimas tecnologías” o quizá “compartir todo lo que aprendemos”.
No siempre es fácil encontrar lo que el equipo quiere. Veamos 3 actividades que nos pueden ayudar a descubrirlo.
Motivadores en Movimiento
Para que un objetivo tenga mayores probabilidades de cumplirse tiene que ser motivante para todo el equipo.
Moving Motivators ® es una técnica utilizada para encontrar aquellas cosas que nos motivan intrínsecamente dentro de lo que hacemos todos los días. La podemos usar también para encontrar que cosas motivan al equipo.
Los motivadores propuestos en esta técnica son:
- Aceptación: Las personas a mi alrededor aprueban lo que hago y quien soy.
- Curiosidad: Tengo muchas cosas para investigar y sobre las cuales pensar.
- Estatus: Mi posición es buena y reconocida por la gente que trabaja conmigo.
- Honra: Me siento orgulloso de que mis valores personales se reflejen en cómo trabajo.
- Libertad: Soy independiente de otros con mi propio trabajo y responsabilidades.
- Maestría: Mi trabajo desafía mis competencias, pero aún está dentro de mis capacidades.
- Meta: Mi propósito en la vida se refleja en el trabajo que hago.
- Orden: Hay suficientes reglas y políticas para un entorno estable.
- Poder: Hay suficiente espacio para que yo influencie lo que ocurre a mi alrededor.
- Relaciones: tengo buenas relaciones sociales con la gente de mi trabajo.
Actividad 1:
Cada miembro del equipo ordena los 10 motivadores en el orden de descendente respondiendo “¿qué me motiva más?”. La idea es encontrar motivadores en común.
Luego de ordenarlos, contarlos al resto del equipo. Dentro de los primeros 5 motivadores de cada uno, ¿alguno se repite en más de un miembro? ¡Anótalos!
Ejemplo:
Diagrama Espina-Pescado
La idea original del diagrama fishbone es, dado un problema, encontrar cuáles son las causas que lo generan.
Nosotros vamos a usarlo para encontrar cuales son las causas comunes detrás de los motivadores que elegimos. Para eso vamos a combinar esta actividad con otra más.
Los cinco ¿Por Qué? (Five Why)
La técnica de los cinco ¿por qué? consiste en preguntar, sobre una afirmación o problema inicial ¿por qué? hasta 5 veces. La mecánica sería, por ejemplo:
¿Por qué “afirmación inicial”? Por “primer causa”
¿Por qué “primer causa”? Por “segunda causa”
La idea es profundizar en el planteo original consideraremos la causa encontrada como una consecuencia de algo más, y así sucesivamente.
Actividad 2:
Dibujar un diagrama de fishbone donde cada una de las espinas principales sean los motivadores en común encontrados anteriormente.
Dentro de un timebox (espacio de tiempo fijo, de 15' por ejemplo) y por turnos, preguntarse ¿por qué me motiva “espina elegida”? y escribir la respuesta en una sub-espina (en una o dos palabras). Aumentar la profundidad del mismo usando la técnica de los cinco ¿por qué?
Al finalizar, evaluar las sub-espinas que se repitan y marcarlas, por ejemplo, con un círculo de color. Anotar cuales son las causas comunes de los motivadores elegidos.
Poner en común estas causas, quedándose con aquellas que mejor los represente.
Escribiendo el objetivo
Ahora ya tienen las motivaciones en común del equipo y las causas en común, lo que los impulsa a todos en cada decisión. Solo resta escribir esto mismo como un objetivo.
Tómense su tiempo para hacerlo, ¡leerlo tiene que inspirarte y desafiarte!
Por ejemplo, si lo que los motiva es “compartir ideas”, “aprender nuevas tecnologías” y “enseñar” podrían escribir un objetivo como:
“Ser el equipo que inspira compartir todo lo que aprende”
¡Contanos como te resultó aplicar estas técnicas!