"¡Paralelizá!". Como desarrolladores de software, ¿qué nos pasa cuando un cliente nos pide que paralelicemos nuestro trabajo? Si sos como yo, es probable que no guste la idea de que te digan como tenés que trabajar. De hecho, se supone que formás parte de un equipo ágil autodirigido que sabe muy bien como organizarse para lograr los objetivos del proyecto. ¿Por qué nos dicen esto? ¿Será un tema de confianza? ¿Creerán que inflamos las estimaciones para trabajar sin presiones? ¿Hay un esfuerzo que no le estamos mostrando?

Dejame darte dos consejos (y algunas técnicas) que pueden traerte claridad y, de yapa, mejorar mucho más tu relación con el cliente.

Terminás la jornada laboral y cansado soltás los auriculares sobre la mesa, feliz por terminar el día pero molesto por la cantidad de cosas que tenes para hacer. De alguna manera, no te sentiste productivo. ¿Te suenan frases como "uf, son un montón de cosas", "ya no puedo con todo", "me siento desmotivado con todo esto", "me exigen banda de cosas, y para ayer", "me cansa, pero no puedo decir que no", "esto no se termina más" o incluso "¡que ganas de renunciar!"?

Si te sentís identificado con alguna de estas frases, es mi deseo que este post te dé ideas para experimentar y generar un cambio.

Hay personas que creen que preguntar es una habilidad muy complicada o difícil de adquirir. Como hemos visto en posts anteriores, para preguntar es importante estar presente y escuchar, porque uno no pregunta a lo que no ha oído, sino a lo que aún no se ha dicho. De eso se trata: preguntar es iluminar, es ayudar al otro a que clarifique lo que piensa y que pueda compartirlo.

Para eso hoy te quiero compartir un par de consejos y ejemplos para que tus preguntas logren ser poderosas.

Seguramente coincidas conmigo si digo que la creatividad es una de las cualidades más importantes de un desarrollador de software. También podrás coincidir en que usamos la creatividad para varias otras cosas, desde decidir el nombre que le vamos a poner a una variable o generar ideas en una retrospectiva, hasta decidir que vamos a almorzar o qué color de remera nos vamos a poner al salir de casa.
Quizá creas que sos muy creativo. Quizás hasta creas que eso es algo que no se te dá. ¿Y si elegimos creer que todos somos creativos? Hoy vamos a ver algunas ideas que pueden servirte para hacer brillar tu creatividad.